
Siguiendo con este razonamiento,
vamos a abordar en esta entrada cómo pensamos que es útil en un caso concreto,
el de las Administraciones Locales, disponer de la información que le permita
tener un ahorro máximo en las facturas relacionadas con el consumo de energía y
mantenimiento en sus edificios.
ACTUACIONES EN MÁS DE UN EDIFICIO
El Ayuntamiento de una localidad media de una
autonomía como Castilla y León, de algunos miles de habitantes, contará
normalmente con más de un edificio en los activos municipales: casa
consistorial, colegio, centro de salud, polideportivo, puede que centro para
mayores, y alguna edificación dedicada a otros usos de carácter continuo o
temporal. Todas estas construcciones, dependiendo de su utilización y de sus
características, suponen un gasto en la factura energética del consistorio.
Con
medidas de sentido común, el
Ayuntamiento hará frente a un ahorro en la factura global: basta con que, si no
lo ha hecho antes, reduzca el consumo de luz y de calefacción y refrigeración
mediante un mínimo estudio de utilización y de horarios. Así consigue una
optimación del gasto energético en la situación actual. También puede actuar de
esta forma en la mejora de la eficiencia del mantenimiento de sus edificios.
Pero ¿cómo alcanzar un ahorro mayor en un parque edificado
complejo, con actuaciones en más de un edificio, que seguramente
mezclará instalaciones en zonas del centro del casco urbano con instalaciones
en la periferia o en otros puntos del término municipal? Es necesario que conozca el ahorro en la
factura por la acometida de los proyectos de rehabilitación: un ahorro que
supondrá necesariamente costes de inversión que deben poder afrontarse con las
capacidades del municipio y que deben ser recuperados en un plazo razonable con
los ahorros conseguidos en el pago a las empresas suministradoras de energía y
en el mantenimiento de los edificios.
SOLUCIONES DE AHORRO: PARCIALES O COMPLETAS
La decisión para los responsables municipales nos parece que tiene que pivotar
en dos alternativas:
- Por un lado, incorporar soluciones de
ahorro parcial (que inciden sobre uno o dos parámetros que influyen con
claridad en el gasto, como por ejemplo el cambio de bombillas a bajo consumo en
iluminación interior o el cambio a leds
en iluminación exterior). Estas soluciones son estándares, no necesitan un
trabajo de campo excesivo y hay un buen número de empresas de servicios
energéticos que las ofrecen. Su impacto en la factura de la luz es de un cierto nivel de ahorro, con una
inversión normalmente aceptable en el corto plazo.
- O considerar proyectos específicos de
eficiencia energética más completos, para el municipio en particular
(que tienen en cuenta todos los parámetros significativos de gasto y de ahorro adaptados
al edificio, al grupo de edificios y a las zonas urbanizadas). En este segundo
caso no hay estándares, y requiere un trabajo de campo de obtención de un buen
número de datos particulares de los parámetros constructivos, climatológicos y
de servicios que inciden en el gasto. Su impacto en el ahorro de la factura
total y del gasto de mantenimiento suele ser mucho mayor que el de las
soluciones de ahorro parcial. También es lógicamente mayor la inversión (a
veces es necesario trabajar sobre la piel de los edificios, o sobre las fuentes
renovables de captación de energía), pero permiten un ahorro sostenible a medio y largo plazo muy
superior.
SENSIBILIDAD EN EL ANÁLISIS Y EN EL APOYO A LA INVERSIÓN
El uso de herramientas de tecnologías de la
información y las comunicaciones en este
tipo de proyectos específicos facilita grandemente el trabajo de búsqueda de la
mejor solución (que puede pasar por ejemplo por cambiar la iluminación interna
en una zona, trabajar sobre la envolvente de dos o tres edificios y adoptar un
sistema de agua caliente y calefacción optimizado en otras instalaciones
municipales, mejorando en suma la calificación energética en tres o cuatro
edificaciones).
Para ello, el análisis
de sensibilidad a los parámetros que más inciden en el ahorro ofrece el
mejor valor para la relación entre el ahorro acumulado conseguido y la
inversión necesaria, en un tiempo que se considere razonable.
Y luego queda por ver el apoyo que otras
Administraciones pueden proporcionar al municipio en su inversión. Ahora en
esto los vientos son favorables…
Por: Alejandro Cabeza Prieto; José Luis
Femenía; Julio González Quintas.
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