martes, 29 de abril de 2014

Una alternativa al modelo energético actual. El STREET HEATING en un entorno rural.

Cada vez es más común el término "pobreza energética", término definido por primera vez por Brenda Boardman a principios de la década de los 90, como la "incapacidad para un hogar de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energía por el 10% de la renta disponible".

En la actualidad, con el actual aumento del precio de la energía, la actual tasa de paro, y/o la precariedad laboral, existe un gran número de hogares en riego de caer en dicha pobreza energética,... pero... ¿existe una alternativa al sistema actual de suministro de energía, y por lo tanto, a estar condenados al capricho de las grandes empresas energéticas?

Supongamos un municipio en un entorno rural, donde la mayoría de sus habitantes se dedica a la agricultura/ganadería, de tal forma que existe un gran número de residuos aprovechables como biomasa:

1_Limpieza de monte propiedad del Ayuntamiento / propiedades privadas. De esta forma no solo se obtiene una fuente de energía, sino que manteniendo los montes limpios se reduce de forma drástica la probabilidad de incendios.
2_Limpieza zona urbana (chopos, alcornoques, etc.) propiedad del Ayuntamiento.
3_Residuos agrícolas propiedad privada agricultores de este municipio y pueblos cercanos.
4_Cultivos energéticos propiedad privada agricultores del municipio y pueblos cercanos.



Se podría implementar una caldera-central de dimensiones suficientes para abastecer a todos los vecinos de un pequeño pueblo de calefacción y agua caliente sanitaria (A.C.S.) alimentada por estos "residuos" los cuales tienen un coste casi nulo. Si los residuos no fueran suficientes podrían contratarse cultivos energéticos en las tierras de algunos de los vecinos de la población.

De esta forma, los vecinos del municipio, en lugar de pagar su factura energética anual (normalmente gas-oil) al precio en que se encuentra, y en una previsión de aumento, pagarían su factura al ayuntamiento, o gestor de esta pequeña central, creando puestos de trabajo locales, y consumiendo sus propios recursos, que de otra forma quedarían inservibles, pudiendo el ayuntamiento en cada caso, descontar de la factura anual una cantidad en función del aporte de biomasa de cada vecino.
En cualquier caso, el cómputo general debe ser que los vecinos ahorren como anualmente en su gasto de calefacción, después de hacer los pertinentes estudios de viabilidad económica.

De esta forma, vemos a continuación un esquema del actual modelo energético:


La principal desventaja es que el dinero de las habitantes, para directamente en grandes empresas energéticas, y a su vez  en otros países, favoreciendo economías lejanas.

A continuación vemos un esquema del modelo propuesto, donde todos los beneficios consecuentes del pago de facturas energéticas se quedan en un ámbito comarcal.

PRINCIPAL BENEFICIO:  El dinero invertido revierte en beneficios para la zona.

BENEFICIOS SOCIALES: Favorece el desarrollo local y reduce su abandono. (creamos nuestra propia energía con nuestros recursos y con nuestros trabajadores).

BENEFICIOS MEDIOAMBIENTALES: Utilización de recursos autóctonos. Limpieza de montes. Generación de cultivos energéticos, los cuales se consumen en el punto de producción. Control de las emisiones de gases de efecto invernadero.

BENEFICIOS ECONÓMICOS: Creación de empleo. Fuentes de ingreso para las industrias agrícolas y forestales de la zona.


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